jueves, enero 20, 2011

Hoy en Qué Redios?! ¡Ay si las hermanastras de Cenicienta vivieran hoy!



Si el zapatito no entra, ahora no es problema: se modifica el pie. Sí, la nueva tendencia (no tan nueva, lleva sus añitos) es operarse los pies para poder calzarse esos maravillosos zapatos de a 600 euros el par.
"El dedo gordo es la nueva nariz" dice divertido el doctor Ali Sadrieh, especialista en operaciones de estética de pie de Los Angeles.
Los dedos gordos se acortan y también se estrechan (se habla del término "toe-besity" (obesidad del dedo del pie), los pies se estrechan limando el hueso, se implantan más almohadilla en la zona de apoyo (silicona), se cambia la inclinación del dedo pequeño... Pero eso sí, se negó este doctor a extirparle el dedo pequeño a una clienta desesperada por entrar en unos Manolo Blahnik.
¿Precios? preguntadle a Constance Briscoe, jurista inglesa que fue a USA a hacerse un "completo" ya que en el Reino Unido ningún doctor se lo quería hacer. Se gastó 23400 dólares y estuvo semanas inmóvil en la cama y después un tiempo con muletas, pero todo mereció la pena.
Su historia y más información en: http://women.timesonline.co.uk/tol/life_and_style/women/beauty/article1940848.ece

6 comentarios:

Xabier Luna dijo...

Eres única Anica, nadie rebusca esta triste realidad social, como tú. Eres mi idola. Y no era más fácil, por ese precio hacerse lo zapatos a medida? no sé, digo yo.

Anica dijo...

Gracias Xabier. No es más fácil hacerse zapatos a medida porque no piensan en términos prácticos, sino estéticos. Lo que da prestigio y verdadera satisfacción personal es PODER ponerte el zapato de moda; sentir la seguridad de tener unos bellos pies acordes con el resto del cuerpo.

Joseba dijo...

Y las geishas? Qué pasa con las geishas? ah, claro, son orientales y las marginamos, ¿no? ¡Qué fácil!

Por otro lado, tampoco lo veo anormal. Ya lo dice la canción: "Un dedo, dos dedos, tres dedoooooos, el gordo es un dedo, que me lo corto yoooooo..."

Anica dijo...

La diferencia es simplemente que esta estética es NUESTRA y entonces la vemos más correcta. (También desconocemos las técnicas japonesas y sólo nos llegan los extintos casos extremos de mujeres que no podían ni andar)
También algunos dirán que lo hacemos porque queremos. Pero, ¿hasta qué punto uno es libre? Si lo pensamos fríamente, ¿no es una barbaridad ARRANCARNOS el pelo del cuerpo cada X días? ¿Llevar tacones? ¿Agujerearnos el cuerpo? "Para lucir hay que sufrir"; preferimos anestesiarnos y no "sufrir" tanto en lugar de cambiar el baremo de lo que consideramos bello.

Julepe dijo...

Enorme Blog.

Lo he encontrado de casualidad mientras buscaba información para el mío (http://nosextinguiremos.blogspot.com.es), y no puedo sino felicitarte por la labor de minería de la cruenta realidad que llevas a cabo.

Saludos.

Anica dijo...

Saludos, Julepe... Miraré tu blog. Gracias