¿Habéis visto ese anuncio de una mujer que hace un millón de cosas al día y un dolor de cabeza no le puede parar? ¿y ese otro de yogures bebibles que te permiten continuar con la carrera frenética de tu vida? ¿o el de esa pareja que una noche más se acuesta “a las tantas” y al día siguiente tiene que recurrir a cremitas y tratamientos varios? En nuestra cultura ya no escuchamos a nuestro cuerpo. Tenemos que ganar dinero para curarnos del daño que trabajar nos hace. Tenemos que estresarnos para permitirnos el lujo de adquirir todo lo necesario para curarnos el estrés.
Unos consejos: si os duele la cabeza echaos la siesta. Si queréis tener una buena piel, dormid doce horas. Si tenéis el día muy liado, desapuntaos de alguna actividad. Si os lían otros, aprended a decir no.
¡ánimo morbonautas!
4 comentarios:
!Cuánta razón tienes Sue Storm!,vivimos en una rutina de obligaciones que nos impiden vivir de verdad.Encadenamos unas obligaciones con otras para conseguir un objetivo que ni siquiera sabemos.Se supone que queremos ganar dinero para vivir mejor y total que no vivimos para conseguirlo.Cada vez veo más lógico a estos "chalaus"que se van al monte a vivir a una cueva y a comer raíces.Haría lo mismo pero en la cueva no hay conexion adsl y si no hay cobertura,así que paso.
La solución creo que pasa por conseguir un trabajo que no odies hasta tus entrañas.. y que te permita vivir sin tener que estar más de 7.5 - 8 horas. (Y si ya el trabajo te gusta, es la leche). Después, rodearte de gente de tu nivel (material y humano) y ser feliz con los pequeños logros y sin necesidad de estar rodeado de gente. ¡hala! ¡La fórmula de la felicidad patrocinada por vuestra heroína favorita!
si,siii,pero aunque te guste mucho tu trabajo ya tienes obligación de ir tol rato.Las obligaciones no molan,mejor ir cuando te apetece aunque la gente sea super maja.Además donde hay confianza dá asco.Que me voy a la cueva con el portátil.
lo peor del anuncio de la pareja ésa que sale de juerga es que el tío, que es el que se echa la crema, le dice a ella que está dándose un baño y con pepinos en la cara, cosa que toda mujer de resaca hace, por cierto: ¿aún sigues con esas chorrrrrrraaadas? yo me doy esta super-crema y ni poto, ni me duele la cabeza, ni ná
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