¿Habéis visto ese anuncio de una mujer que hace un millón de cosas al día y un dolor de cabeza no le puede parar? ¿y ese otro de yogures bebibles que te permiten continuar con la carrera frenética de tu vida? ¿o el de esa pareja que una noche más se acuesta “a las tantas” y al día siguiente tiene que recurrir a cremitas y tratamientos varios? En nuestra cultura ya no escuchamos a nuestro cuerpo. Tenemos que ganar dinero para curarnos del daño que trabajar nos hace. Tenemos que estresarnos para permitirnos el lujo de adquirir todo lo necesario para curarnos el estrés.
Unos consejos: si os duele la cabeza echaos la siesta. Si queréis tener una buena piel, dormid doce horas. Si tenéis el día muy liado, desapuntaos de alguna actividad. Si os lían otros, aprended a decir no.
¡ánimo morbonautas!